Blog de Jorge E. Betzhold

Wednesday, August 31, 2005

La Sociología del Trabajo contemporánea

“La evolución de la Sociología del Trabajo corre pareja con la evolución del trabajo mismo.”

El ‘ciclo de las luchas’, los años de contestación obrera a la organización científica del trabajo, abren a los sociólogos nuevas perspectivas, nuevos problemas, nuevos retos, que propugnan por un trabajo más ‘humano’. Éste estallido popular es una respuesta al impacto en los trabajadores y sus familias (recurso humano) del modelo de gestión ‘científico’, asociado a Taylor y a Ford.

Los cambios de la década del ’60 afectaron con fuerza la forma de estudiar, desde la sociología, los fenómenos del trabajo, lo que se refleja en el paso de la ‘sociología industrial’ a la ‘sociología del trabajo’. De modo que la sociología deja de ocuparse de los temas que ocurren en un ambiente particular, la fábrica, para centrar su estudio en el trabajo como tal.

Se consagra así este nuevo enfoque de estudio con la siguiente definición sobre la Sociología del Trabajo: “estudio de colectividades humanas muy diversas por su tamaño, por sus funciones, que se constituyen para el trabajo, de las reacciones que ejercen sobre ellas, en los diversos planos, las actividades de trabajo constantemente remodeladas por el progreso técnico, de las relaciones externas, entre ellas, e internas, entre los individuos que las componen.”

Siguiendo la línea de entender el trabajo como una construcción social dinámica, la preocupación por el objeto de estudio ha debido incorporar los procesos de globalización y dinámicos cambios en los mercados internacionales, que han re-posicionado al trabajo en la actualidad.

El concepto de ‘crisis’ se ha posicionado las últimas dos décadas de la sociología del trabajo como central, de este modo:
- En la década del ’80 se presentó en un primer momento como una crisis de cantidad (tema del desempleo estructural por ejemplo.)
- Desde la década del ’90 se habla de crisis de calidad, precarización y escasez de puestos de trabajo por un lado, y de nuevos panoramas sociales y culturales contradictorios por el otro (explosión de identidades subculturales y multiplicidad de actores laborales.)

“La huella más relevante (...) de las ‘nuevas formas de organización del trabajo’ ha sido la de crear las posibilidades técnicas y organizativas para una fragmentación de los procesos productivos (...) lo que comenzará llamándose ‘descentramento produttivo’, y acabará en la ‘nueva organización industrial’."

De esta proceso de reorganización surgen rasgos tales como:
- Se da paso así a una empresa ‘red’, la cual es básicamente una gran fábrica que reúne y coordina fábricas pequeñas;
- Consecuencia de una mayor autonomía entre las divisiones la cultura empresarial cambia;
- Los cambios en la cultura corporativa son transferidos a la red de subcontratistas o red de empresas que componen el proceso de producción;
- La forma de entender el trabajo y la empresa cambia, el resguardo legal queda obsoleto y se generan vacíos (se ve claramente en las temáticas vinculadas a la flexibilización);
- Se da una explosión de tipos de actores (gran heterogeneidad de trabajadores y empleadores)

En la actualidad las líneas de investigación de la Sociología del Trabajo afrontan el desafío de entender éstos nuevos actores, nuevos procesos, y las tendencias que pueden desarrollarse en un mundo altamente dinámico.